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"Alicia en el país de las maravillas" Tim Burton

Gracias, señor Burton, por su lectura de Alicia en el país de las maravillas de Carroll.

Nunca me pareció un libro fácil de leer, quizá porque cuando lo leí por primera vez ya estaba lejos de mi infancia. El caso es que conozco los ejemplos que del lenguaje que se utiliza en el libro usó Lyons en sus ensayos sobre semántica lingüística y en esos párrafos empecé a disfrutrlo un poquito más.

Reconozco la gran dificultad que supone trasladar ese "lenguaje sin sentido" que usan algunos de los personajes a la gran pantalla. Sobre todo si tenemos en cuenta que la película se rodó en inglés y que yo la he visto doblada al castellano. Así que debo felicitar al señor Burton y a los dobladores españoles, porque encontraron el término para traducir una de las expresiones "sin sentido" que aparecen en la película. A cierto personaje, Alicia no le parece una heroína porque no tiene... muchedad. Desde que vi la película uso el término en mi ámbito familiar porque creo que expresa certeramente un significado que no tenía significante en la lengua española.

Bien, ese no es el único momento feliz de la película. Otro de esos momentos, que la recorre de principio a fin, es la idea que cuenta a Alicia su padre para hacerle olvidar una pesadilla: "sólo los locos creen en imposibles y yo ya he hecho seis cosas imposibles antes de desayunar". Todos hacemos cosas imposibles antes de desayunar y a lo largo del resto del día, pero no se nos ocurre llamarlas imposibles, las llamamos rutina. Sólo por eso, muchas gracias, señor Burton. Mi día a día transcurre ahora en el "país de las maravillas" porque ya no llamo "rutina" a nada de lo que hago: son imposibles que soy capaz de cumplir.

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