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"La soledad de los números primos" Paolo Giordano

El talento no tiene edad. Como ya comenté, y si no lo hice lo hago ahora, Andrés Neuman es un joven talento, afincado en España, al que vale la pena seguir, un poeta magnífico y un novelista capaz. Hoy hablaré, en cambio, de un autor italiano que, al parecer, ha publicado La soledad de los números primos con tan solo veintiséis años.

Se trata de dos historias de crecimiento. Un niño y una niña se enfrentan a lo que consideran sus tristes infancias y con las acciones que acometen a esa edad tan temprana crecen hacia su vida adulta, pudiendo madurar solo uno de ellos.

Ha sido revelador ver cómo las decisiones que se toman en la infancia manejan el resto de la vida adolescente y de juventud de los personajes, exactamente igual como nos ocurre a los seres humanos reales. 

Desde mi punto de vista está muy bien construida la trama de suspense, aunque sea el típico ¿se encontrarán y se quedarán juntos lamiendo el uno las heridas de la otra y viceversa? Lo mejor es que no ocurre nada como se espera que ocurra, igualito, igualito que en las buenas películas.

De paso, mientras te entretienes, se aprende algo importante. El carácter, o temperamento, eso que nos hace ser como somos, lo fraguamos muy pronto en nuestra vida. Y es muy difícil cambiar nuestra tendencia a comportarnos de cierto modo. Quizá, y es la única duda que me queda tras la lectura del libro, también construimos nuestras relaciones con el sexo opuesto dependiendo de las decisiones que hayamos tomado en la infancia con respecto a nuestros progenitores de sexo contrario al nuestro. Seguramente sí, pero no soy yo quien puede afirmarlo categóricacamente. Solo es una sensación que, digo que deja en duda el libro, porque uno de los niños toma decisiones "contra", por llamrlo de algún modo, de uno de sus progenitores, pero no está tan claro que el otro también.

En fin, cuando pueda hacer un estudio más profundo de la obra, posiblemente, se aclarará todo. Por ahora voy a disfrutar de las buenas sensaciones que me han quedado tras la lectura, aunque uno de los personajes se convierta en un ser al que no me gustaría parecerme.

 

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